El Instituto Internacional de Aprendizaje para la Reconciliación social IIARS, Memorial para la Concordia y La Fundación María y Antonio Goubaud Carrera MAG. Les invita al Seminario Visión de paz y misión de futuro: La vigencia de paz en el 25 aniversario.
Acuerdos de Paz Firme y Duradera , un hito importante en la historia de Guatemala, firmados el 29 de diciembre de 1996, supuso para todos los implicados, para la sociedad civil, los Pueblos y la ciudadanía en general, el fin de 36 años de guerra, represión y muerte, y, con ello, la esperanza de que las relaciones sociales, económicas y, sobre todo, de poder podían cambiar. Por primera vez los sectores subalternos iban a ser escuchados y tenidos en consideración.
Los Acuerdos marcaron una nueva vía de diálogo, negociación y participación de una sociedad civil, desconocida hasta ese momento por la ciudadanía, y le encomendó al Estado el ejercicio de su responsabilidad para resolver esos conflictos como exigían los tiempos, con modernización y reformas en el Estado y en sus leyes.
Los Acuerdos supusieron un desafío para el Estado, ya que se pretendía que de estado autoritario racista y excluyente, un estado homogéneo que no reconocía a los pueblos indígenas y a las mujeres pasara a ser un Estado democrático, plural e incluyente. Además, se pretendía hacer desaparecer todas las estructuras represivas del estado contrainsurgente.
Estas consideraciones son un aval suficiente y una oportunidad y necesidad de recordar la firma de los Acuerdos de Paz como un momento histórico de una gran relevancia para nuestro país y para el futuro de la democracia.
Si lo vemos, desde otras ópticas, deberíamos hacer un esfuerzo, hacerlo con una visión y misión de futuro; de esta manera veríamos que el contenido de esos acuerdos continúa vigente, está presente y con capacidad de resistencia en buena parte de las luchas actuales de los movimientos sociales y Pueblos indígenas, las mujeres y los ciudadanos/as.
Hay que tener presente que la filosofía política de los Acuerdos de Paz fue: la profundización de la democracia representativa y participativa, la modernización de un sistema político y la ley de reforma electoral; así como la lucha contra el racismo y la discriminación por razón de etnia y género y la creación de mecanismos de participación interna, de fortalecimiento del poder local y del sistema de justicia. Todos ellos nos abrieron nuevos caminos para retomar los Acuerdos de Paz y resignificarlos con nuevas propuestas, como: la creación de una Asamblea Constituyente y la refundación del Estado y de la nación.
Muchas de esas propuestas ya estaban en los Acuerdos de Paz hace 25 años, y nuestra responsabilidad, como sociedad civil y sociedad política, es continuar avanzando en el camino de un proyecto democrático, incluyente, equitativo y justo. y buscar mecanismos de articulación para relanzarlos con motivo de una conmemoración que merece la pena celebrar y reflexionar para y sobre el futuro.
Excelente iniciativa!!
Es una magnífica iniciativa. Felicitaciones. Es un hecho cierto que los Acuerdos de Paz complementan la transición democrática que se intentó con la Constitución del 85 (después del fracaso del intento de Arévalo y Arbenz en el período 44-54) y que ahora está a punto de fracasar de nuevo debido a la restauración autoritaria que promueve el Pacto de Corruptos. Por eso la reflexión sobre los Acuerdos de Paz que propone el Seminario es sumamente valiosa.