Oliverio Castañeda de León

Ruta 2. «El movimiento estudiantil durante el Conflicto Armado», punto B

Nació el 12 de octubre de 1955, estudió en el Colegio Americano de Guatemala en 1974 ingresó a la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala, para estudiar licenciatura en Economía. En esa facultad recibió clases con Severo Martínez Peláez, el famoso intelectual e historiador, autor de la Patria del Criollo.

Se destacó en la directiva de la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU), de la Universidad de San Carlos de Guatemala cuando, en el período 77-78, ocupó el cargo de secretario de finanzas. Su trayectoria en el movimiento estudiantil universitario registró un rápido ascenso, dados su carisma y capacidad de liderazgo. En mayo de 1978 fue elegido secretario general de la AEU, respaldado por el grupo estudiantil FRENTE, que aglutinaba a asociaciones estudiantiles de diferentes facultades y escuelas de la Universidad de San Carlos.

En 1976 surgió el grupo estudiantil FRENTE en la Universidad de San Carlos, que arrasó por completo con todos los puestos de elección estudiantiles; sus dirigentes eran en su mayoría miembros de la Juventud Patriótica del Trabajo (JPT), el ala juvenil del Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT),1​ el partido comunista guatemalteco que había funcionado en la clandestinidad desde 1954.​

FRENTE, usando su poder dentro de las asociaciones estudiantiles, inició una campaña política con vistas a las elecciones generales universitarias en 1978, aliado a los catedráticos de la izquierda agrupados en Vanguardia Universitaria. Ganaron la secretaría general de la AEU con Oliverio Castañeda de León y la rectoría de la universidad con el licenciado Saúl Osorio Paz; además de que sindicalistas relacionados al PGT y FRENTE tomaron la dirigencia del Sindicato de Trabajadores de la Universidad (STUSC).

En 1978 la Universidad de San Carlos se convirtió en uno de los sectores de más peso político en Guatemala; ese año el movimiento estudiantil, el profesorado y el Consejo Superior Universitario se unieron en contra del gobierno y en favor de una apertura de espacios para los sectores más necesitados del país. Con el fin de ampliar su extensión universitaria, la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU) rehabilitó la “casa del estudiante” en el centro de la Ciudad de Guatemala; allí recibieron y apoyaron a familiares de los desaparecidos y a los pobladores ya concientizados políticamente. También organizaron grupos de trabajadores del comercio informal. Esto atrajo la atención del gobierno, que al percatarse de las actividades sociales de los estudiantes, empezó a vigilar la Casa.

FRENTE tenía que enfrentarse con la izquierda radical, representada en ese entonces por el Frente Estudiantil Revolucionario «Robin García» (FERG), que surgió durante la marcha del Primero de mayo de 1978. El FERG coordinó a varios grupos estudiantiles en las diferentes facultades de la Universidad de San Carlos y en los institutos públicos de educación media del Estado. Esta coordinación entre grupos legales provenía del Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP), grupo guerrillero que había aparecido a la luz pública en 1972 y que tenía su centro de operaciones en la región petrolera del norte del departamento de Quiché -es decir, el Triángulo Ixil de Ixcán, Nebaj y Chajul en la Franja Transversal del Norte.3​ Aunque no fue propiamente un grupo armado, el FERG buscaba la confrontación con el Estado; dio preeminencia a las medidas de hecho que podían llegar a la violencia de masas y a la actividad paramilitar. A sus miembros no les interesaba trabajar dentro de un marco institucional y nunca pidieron permiso para sus manifestaciones o acciones.1​

El 7 de marzo de 1978 fue electo Presidente de la República el general Fernando Romeo Lucas García, quien había sido Ministro de la Defensa durante el gobierno de Kjell Eugenio Laugerud García. Luego, el 29 de mayo de 1978 -en las postrimerías del gobierno del general Laugerud García- en la plaza central de Panzós, Alta Verapaz, elementos de la Zona Militar en Zacapa atacaron una manifestación pacífica, matando a una gran cantidad de personas. Los fallecidos, campesinos indígenas que habían sido citados en el lugar, estaban luchando por la legalización de las tierras baldías que habían ocupado desde años atrás. Su lucha los enfrentó directamente con los inversionistas que querían explotar la riqueza mineral del área, en particular las reservas de petróleo -explorada por Basic Resources y Shenandoah Oil- y de níquel -explotado por EXMIBAL. ​ La Masacre de Panzós causó una gran conmoción en la Universidad por el alto número de víctimas y por haber surgido de conflictos sobre la explotación de recursos naturales por empresas extranjeras. En 1978 por ejemplo, Osorio Paz y otros universitarios recibieron amenazas por su abierta oposición a la construcción de un oleoducto interoceánico que cruzaría el país para facilitar la explotación petrolera. El 8 de junio la AEU organizó una protesta masiva en el centro de la Ciudad de Guatemala en la que los oradores denunciaron la Masacre de Panzós y expresaron su repudio hacia el régimen de Laugerud García en términos más contundentes que en otras ocasiones.

Dos días después de la masacre, la AEU realizó una manifestación de protesta, en la que participó de manera mayoritaria población indígena, e hizo público un comunicado de prensa en el que demandaba del gobierno tres puntos que fueron aceptados por las autoridades: el acceso de los medios de comunicación al lugar de la masacre, el acceso al mismo de estudiantes de Medicina y la Cruz Roja, para atender a los heridos, y la autorización para entrevistar a seis soldados que resultaron lesionados.​

En julio, Lucas García asumió la Presidencia y luego liberó los precios de la canasta básica, lo que de inmediato le ganó el rechazo popular. Luego, un aumento a la tarifa del transporte urbano y la huelga de los pilotos del servicio urbano colmó la paciencia de los ciudadanos y el rechazo al Presidente llegó al máximo. Los conductores decidieron llevar sus unidades a la Universidad de San Carlos, que por su autonomía, era el único lugar fuera de la jurisdicción del Estado en el que podían estar. Osorio Paz, pese a ser del grupo moderado de izquierda del Partido Guatemalteco del Trabajo, decidió recibir a los huelguistas y de esa forma empezaron tres meses de interrupciones en el servicio urbano, quedando la Universidad identificada con la oposición al gobierno.​ El 4 de agosto se realizó la primera gran manifestación durante el período de Lucas García. Universitarios y estudiantes de nivel medio acompañaron a los demás sectores del movimiento popular en la conmemoración del primer aniversario de las muertes de Robin García y Aníbal Caballeros. El Ministro de Gobernación, Donaldo Alvarez Ruiz, declaró que si no existía permiso gubernamental, cualquier manifestación sería reprimida; de esa cuenta, al inicio de la marcha, el equipo antimotines de la Policía Nacional rodeó a los manifestantes y les lanzó bombas lacrimógenas, por lo que los estudiantes se vieron forzados a refugiarse en el Paraninfo Universitario. De los más de doscientos manifestantes que recibieron el auxilio de la Cruz Roja, treinta y uno tuvieron que ser hospitalizados, la mayoría jóvenes de entre 14 y 17 años de edad.​ La Masacre de Panzós y la represión de las protestas urbanas llevó a los dirigentes universitarios de FRENTE a asumir una actitud más beligerante, con el apoyo urbano al FERG y otros grupos aliados al Ejército Guerrillero de los Pobres.

A pesar de la gran movilización popular, a finales de septiembre de 1978 el Consejo Municipal de la ciudad de Guatemala aprobó una alza en la tarifa del transporte urbano de cinco a diez centavos, para «motivar» a las empresas a aumentar el salario de sus empleados y así solucionar el conflicto laboral. El viernes 30 de septiembre, día que la nueva tarifa entró en vigencia, jóvenes de diversos barrios populares reanudaron su protesta al construir barricadas en las principales calles en sitios importantes en las jornadas de marzo de 1962. El fin de semana siguiente, se declaró una huelga general y los empleados estatales paralizaron sus labores y ocuparon sus lugares de trabajo, mientras que los institutos de nivel medio y sus alrededores fueron controlados por estudiantes que se enfrentaron a la policía.​ El descontento popular era tan grande que la manifestación pronto cobró tal fuerza que a los dirigentes les era difícil controlarla.

Oliverio Castañeda, en su doble calidad de dirigente de la AEU e integrante del Comité de Emergencia de los Trabajadores del Estado (CETE), desempeñó un papel activo en la organización de esta huelga general. Las protestas finalizaron hasta que se alcanzó el objetivo más importante: el viernes 7 de octubre el Consejo Municipal restauró la tarifa de cinco centavos; los manifestantes habían logrado vencer al gobierno militar a través de la movilización popular, aunque a costa de cerca de cuarenta 9​ a cien muertes. La movilización de octubre enunció una posición revolucionaria, inspirada por una insurrección similar en Nicaragua.

El 20 de octubre de 1978, la marcha conmemorativa de la Revolución de octubre de 1944 concluyó sin incidentes en el Portal del Comercio de la Ciudad de Guatemala. A pesar de las amenazas en su contra, Castañeda de León se presentó en el parque Centenario para dar el discurso de la AEU en ocasión del aniversario de la revolución y señaló al Ministro de Gobernación, Donaldo Álvarez Ruiz, como responsable de la oleada de terror. La famosa frase final de su discurso “Ellos pueden matar a nuestros dirigentes, pero mientras haya pueblo, habrá revolución” fue trágicamente visionaria.

Castañeda de León fue asesinado poco después, cuando caminaba sobre la 6a. avenida hacia “El Portalito”, poco después de una hora de haber pronunciado su discurso. Cuando cruzaba la 6.a avenida -una de las principales calles de la Ciudad de Guatemala en ese entonces- se produjeron varios disparos; un hombre no identificado descendió de un auto, y abrió fuego con una ametralladora contra Castañeda, quien fue alcanzado por una bala y cayó. Entonces, otro sujeto no identificado salió de otro vehículo, se detuvo y le dio el tiro de gracia.

Los perpetradores huyeron de la escena del crimen sin la intervención de los policías que estaban en los alrededores y Castañeda murió poco después debido a sus heridas.​ Esta operación, al mediodía y en pleno centro de la ciudad, demostró la impunidad de los asesinos y el abierto desafío lanzado contra el movimiento popular (Tomado de la entrada de es.wikipedia.org).

Bibliografía sugerida

  1. “Caso ilustrativo No. 45. La ejecución de Oliverio Castañeda de León”. Guatemala Memoria del Silencio. Guatemala: 1999: 119-125.
  2. “Oliverio Castañeda de León”. Pueblo e historia [entrada de blog].
  3. «Placa del asesinato de Oliverio Castañeda de León». Mapeo de la memoria. [Sitio web]
  4. Ruano Najarro, Edgar. “El asesinato de Oliverio Castañeda De León, secretario general de la AEU”. Mapeo de la Memoria. [Sitio web].
  5. Sáenz de Tejada, Ricardo. Oliverio. Guatemala: F&G editores, 2011.
  6. Vídeo “Así ocurrió la muerte de Oliverio Castañeda”. Prensa Libre, 20 de octubre de 2016.  Disponible en YouTube.

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